La exposición al riesgo estructural de renta variable se deriva, fundamentalmente, de las participaciones de BBVA en empresas industriales y financieras con horizontes de inversión a medio y largo plazo. En ellas se incluyen las participaciones que consolidan en el Grupo, aunque las variaciones de valor no tengan, en este último caso, un efecto patrimonial inmediato. Esta exposición se reduce a través de las posiciones netas cortas mantenidas en instrumentos derivados sobre los mismos subyacentes con objeto de limitar la sensibilidad de la cartera ante potenciales disminuciones de precios.
El área corporativa de GRM actúa como unidad independiente encargada del seguimiento y análisis de los riesgos, impulsa la integración en la gestión de las métricas de riesgos y proporciona herramientas que permitan anticipar potenciales desviaciones sobre los objetivos fijados. Adicionalmente, monitoriza el grado de cumplimiento de los límites fijados y autorizados por la CDP, según el apetito al riesgo, para reportar periódicamente sobre su evolución al RMC, a la CR y a la CDP, sobre todo en caso de niveles de riesgo asumidos que sean significativos, acorde a la política corporativa vigente.
Los mecanismos de control y limitación de riesgos se centran en los ejes de exposición, resultado y capital económico. Las métricas del riesgo de renta variable estructural diseñadas por GRM, acorde al modelo corporativo, contribuyen al seguimiento efectivo del riesgo mediante la estimación de la sensibilidad y del capital necesario para cubrir las posibles pérdidas inesperadas. Dichas pérdidas pueden generarse por variaciones de valor de las compañías que integran la cartera de inversión del Grupo, con un nivel de confianza que corresponde al rating objetivo de la Entidad, teniendo en cuenta la liquidez de las posiciones y el comportamiento estadístico de los activos a considerar. Para profundizar en el análisis del perfil de riesgos, periódicamente se llevan a cabo pruebas de tensión y análisis de sensibilidad ante distintos escenarios simulados, tomando como base tanto situaciones de crisis pasadas como las previsiones realizadas por BBVA Research. Además, con periodicidad mensual, se realizan contrastes de backtesting del modelo de medición de riesgos utilizado.
La sensibilidad agregada del patrimonio neto consolidado del Grupo BBVA ante un descenso del 1% en el precio de las acciones ascendía, a 31 de diciembre de 2013, a 31 millones de euros y la sensibilidad del beneficio antes de impuestos se ha estimado en 1 millón de euros. En estas cifras se ha considerado la exposición en acciones valoradas a precio de mercado o, en su defecto, a valor razonable (excepto las posiciones en las carteras de las unidades de Tesorería) y las posiciones netas en opciones sobre los mismos subyacentes en términos de delta equivalente.