En la cuenta de resultados del área destacan, por una parte, el impacto del saneamiento crediticio de los préstamos a promotor y del deterioro en el valor de los activos inmobiliarios adjudicados y, por otra, el efecto derivado de la venta de inmuebles.
Aunque con menor efecto, también influyen: la participación, por puesta en equivalencia, en Metrovacesa, registrada en la partida de otros ingresos netos; los resultados positivos por ventas de cartera de sociedades participadas; los ingresos por alquileres; y el ascenso interanual de los gastos de explotación, fruto del aumento de la plantilla asignada al área para llevar a cabo una gestión separada y especializada y para hacer frente al incremento de la actividad.
En 2013, el negocio inmobiliario de BBVA en España presenta un resultado negativo de –1.254 millones de euros, cifra sensiblemente inferior a los –4.044 millones del año anterior, cuando se registró un aumento de las pérdidas por deterioro de activos financieros y de otros resultados negativos para hacer frente al deterioro de los activos relacionados con esta industria.