BBVA ha continuado el proceso de mejora y revisión del modelo de riesgo correspondiente a las actividades inmobiliarias tomando en consideración la situación de sus carteras y el contexto económico del momento, si bien manteniendo el capital económico como métrica común.
El riesgo se estima simulando variaciones del precio de la vivienda teniendo en cuenta los principales drivers identificados (volatilidad, parada de proyecto, liquidez, etc.) para el horizonte temporal definido. El modelo se ha orientado hacia un enfoque de cartera con el máximo uso de la información de cada proyecto o activo.
El capital económico inmobiliario se integra en el mapa de capitales del Grupo BBVA.