La gestión del riesgo de cambio estructural en BBVA se orienta a minimizar los potenciales impactos negativos derivados de las fluctuaciones de los tipos de cambio en el valor patrimonial y en la contribución a resultados de las inversiones internacionales que mantiene el Grupo con carácter de permanencia.
El área corporativa de GRM actúa como unidad independiente encargada del seguimiento y análisis de los riesgos, impulsando la integración en la gestión de las métricas de riesgos y proporcionando herramientas que permitan anticipar potenciales desviaciones sobre los objetivos fijados. Adicionalmente, monitoriza el grado de cumplimiento con los límites de riesgos establecidos, reportando de forma periódica al RMC, a la CRC y a la CDP, en especial en caso de desviación o tensionamiento en los niveles de riesgo asumidos.
La unidad de Gestión de Balance, a través del COAP, diseña y ejecuta las estrategias de cobertura con el objetivo prioritario de minimizar los impactos en los ratios de capital por fluctuaciones de los tipos de cambio y de garantizar el contravalor en euros de los resultados en divisa que aportan las diferentes filiales, modulando las operaciones según las expectativas de mercado y el coste de las coberturas. Para llevar a cabo esta labor, asegurando que el perfil de riesgos del Grupo se adecúa en todo momento al marco definido por la estructura de límites autorizada por la CDP, Gestión de Balance se apoya en las métricas de riesgos, obtenidas según el modelo corporativo diseñado por el área de Riesgos.
El modelo corporativo se basa en la simulación de escenarios de tipos de cambio, a partir de su evolución histórica, evaluando impactos en los ratios de capital, en el patrimonio y en la cuenta de resultados del Grupo. Ello permite la obtención de distribuciones de impactos en los tres ejes que ayudan a determinar sus máximas desviaciones desfavorables para un nivel de confianza y un horizonte temporal predeterminado, según la liquidez en cada una de las divisas. Las mediciones de riesgo se complementan con análisis de escenarios, stress y backtesting que permiten obtener una visión completa de la exposición del Grupo al riesgo de cambio estructural.
En 2011, en un entorno caracterizado por la incertidumbre y volatilidad en los mercados, especialmente en la segunda parte del año, se ha mantenido una política de prudencia y se han intensificado las coberturas en las divisas con mayor exposición, lo que ha permitido moderar el riesgo asumido a pesar de la creciente contribución del ámbito “no euro” a los resultados y al patrimonio del Grupo. El nivel de cobertura del valor en libros de las participaciones del Grupo BBVA en divisa se aproxima al 30%. La cobertura de los resultados en divisa del ejercicio se ha mantenido en niveles cercanos al 40% y, al cierre del año, existe una cobertura significativa de los resultados en divisa proyectados para 2012.