Entorno macroeconómico
El proceso de desaceleración de la actividad económica ha continuado en los últimos meses, con diferencias entre las principales áreas geográficas. El crecimiento ha sido más fuerte de lo previsto en Estados Unidos, relativamente débil en la Eurozona y ha sorprendido fuertemente a la baja en China. A la moderación del crecimiento global han estado contribuyendo la alta inflación, el endurecimiento de las condiciones monetarias y el gradual desvanecimiento de los efectos positivos relacionados a la reapertura tras la pandemia del COVID-19. Asimismo, la actividad económica sigue beneficiándose del dinamismo de los mercados laborales y de la relativa disipación de los choques de oferta causados por la pandemia y la guerra en Ucrania.
La caída del precio de las materias primas con respecto a los niveles observados en 2022 -pese a la reciente tendencia alcista del precio del petróleo- y las mejoras en los cuellos de botella de los procesos productivos han contribuido a una moderación de la inflación general que, en términos anuales, alcanzó el 3,7% en Estados Unidos y el 4,3% en la Eurozona en septiembre. Sin embargo, las medidas de inflación subyacente siguen sin mostrar mejoras significativas.
En este contexto, aunque no se pueda descartar la posibilidad de ajustes adicionales en los próximos meses, el proceso de subida de los tipos de interés parece haber llegado a su fin. Según BBVA Research, lo más probable es que una eventual reducción de la inflación en los próximos meses evitará nuevas subidas de los tipos de interés, que se mantendrían en niveles restrictivos durante un periodo de tiempo más largo de lo esperado, alrededor de 5,50% hasta mediados de 2024 en Estados Unidos y de 4,50% hasta el final de 2024 en la Eurozona. Asimismo, se prevé que medidas de reducción de la liquidez por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (en adelante Fed) y del Banco Central Europeo (en adelante, BCE) seguirán contribuyendo al proceso de endurecimiento de las condiciones monetarias.
BBVA Research prevé que el crecimiento mundial se moderará paulatinamente, alcanzando el 2,9% en 2023 (sin cambios con respecto a la previsión de hace tres meses) y 3,0% en 2024 (10 puntos básicos por encima de la previsión anterior). En Estados Unidos, la sólida demanda interna respalda una revisión al alza de las previsiones de crecimiento hasta el 2,3% en 2023 y el 1,5% en 2024 (respectivamente, 120 y 90 puntos básicos por encima de la previsión anterior) y hace poco probable una recesión. En China, se espera que las recientes medidas de estímulo ayuden a evitar una desaceleración brusca de la actividad, pero se han revisado las previsiones de crecimiento a la baja, hasta el 4,8% en 2023 y el 4,4% en 2024 (respectivamente, 90 y 40 puntos menos que la previsión anterior). En la Eurozona, la expansión económica será probablemente más modesta de lo esperado, de alrededor del 0,4% en 2023 y el 1,0% en 2024 (respectivamente, 40 y 30 puntos básicos menos que la previsión anterior). Asimismo, la moderación del crecimiento mundial favorecería una gradual reducción de la inflación, que, sin embargo, seguiría por encima de los objetivos de inflación en Estados Unidos y Eurozona al menos hasta el final de 2024.
La incertidumbre sigue alta, y una serie de factores podrían determinar la materialización de escenarios más negativos. La persistencia de la inflación y de los tipos de interés en niveles elevados podrían generar una recesión profunda y generalizada, así como nuevos episodios de volatilidad financiera. Además, la desaceleración de China podría producirse de una manera más rápida y severa que lo anticipado. Finalmente, otro de los principales riesgos, es que las actuales turbulencias geopolíticas acaben por contribuir a unos mayores precios energéticos.
PREVISIONES DE CRECIMIENTO DEL PIB EN 2023 (PORCENTAJE. VARIACIÓN INTERANUAL)
Fuente: estimaciones de BBVA Research.